Basta con un coche y un bañador: el nuevo Great Bathing Trail de Victoria añade lujo y muchas burbujas al clásico viaje por carretera en Australia. El país es célebre, y con razón, por sus interminables kilómetros de espectacular y fotogénico litoral, y por las multitudes de bañistas que se apiñan en Bondi, Manly y Noosa, pero, en el sur, se cuece una revolución de baños más alternativos.
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✩ Lo mejor para relajarse al aire libre
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Un nuevo género de aventura de senderismo
Enterrada en las profundidades, la Gran Cuenca Artesiana es una inmensa reserva de agua que cubre más de una quinta parte del país, incluyendo grandes partes de Victoria. Este estado meridional ha aprovechado este acuífero subterráneo para lanzar su Great Bathing Trail, una ruta en coche de 885 km que conecta manantiales históricos y de reciente construcción, fuentes minerales y baños de mar desde la costa a las montañas.
Y aunque el principal atractivo consiste en deleitarse en humeantes piscinas de piedra con vistas a exuberantes tierras agrícolas y páramos costeros, también se puede combinar la relajación con agradables excursiones, clases de yoga, reveladoras experiencias aborígenes y paradas en granjas del camino para comprar sus productos.
Los baños están abiertos todo el año, pero la mejor época para recorrer esta ruta es durante los meses más fríos, de marzo a noviembre. Una humeante fuente termal exterior es una escapada vigorizante, incluso en pleno invierno.

La Gran Cuenca Artesiana. ©Fotógrafo/Shutterstock
Manantiales (y sus lujos) en cualquier dirección
Al volante hacia el oeste por Port Phillip Bay se llega a Geelong’s Eastern Sea Baths, una amplia medialuna de agua salada que entretiene a familias desde finales de la década de 1930 con sus islas flotantes y toboganes. Más adelante, en la Great Ocean Rd, Warnambool’s Deep Blue Hot Springs se renovó en el 2021 para combinar piscinas de piedra de agua mineral con inmersiones de aromaterapia y relucientes piscinas sensoriales.
Al norte de Melbourne está el pueblo de montaña de Daylesford, venerado por su aclamada escena gastronómica y los jardines botánicos, así como la histórica Hepburn Bathhouse, en cuyas aguas ricas en minerales se sumergen los bañistas desde hace 130 años.

Vista de Port Phillip Bay desde Brighton, Melbourne. ©Alex Fonda/Shutterstock
Hacia el este, las siempre populares Peninsula Hot Springs ofrecen más de 70 experiencias de baño, como salas de tratamientos fríos y calientes, inmersiones frías, caminos reflexología y un teatro al aire libre con bañeras en vez de asientos. A finales del 2024, se introdujeron tres nuevos alojamientos ecológicos especialmente diseñados para mejorar el sueño.
Alba Thermal Springs & Spa presenta una experiencia de baño más íntima, con 31 pequeñas piscinas repartidas por las colinas que rodean Bass Strait. Más al este, Metung Hot Springs ofrece la opción de sumergirse en bañeras hechas con barricas de vino reconvertidas, o disfrutar de un masaje inspirado en las técnicas curativas indígenas larn’wa. Y en los próximos años, Phillip Island, un destino familiar apreciado por los desfiles de pingüinos nocturnos, tendrá sus propias instalaciones de fuentes termales.

Peninsula Hot Springs. ©Natalia Vostrikova/Shutterstock
Momento memorable
Cuando el atardecer desciende sobre la piscina en la colina de Peninsula Hot Springs, la creciente oscuridad intensifica los sentidos. El aire bulle de estridentes insectos y pájaros que se acomodan en sus nidos. Una inmersión en el agua, que sube hasta cubrir el mentón. Una lenta exhalación acompaña el coro nocturno.