Bienvenidos a Budapest
No hay otra ciudad en Hungría como Budapest; todo lo que es importante comienza o acaba aquí. Pero lo que la distingue es su belleza. Enclavada en una curva del Danubio, está delimitada al oeste por las colinas de Buda y al este por la Gran Llanura. La ciudad es una joya arquitectónica, con edificios barrocos, neoclásicos, eclécticos (un estilo popular en Hungría durante el Romanticismo) y art nouveau (o secesionistas) para todos los gustos.
Además de la interesante mezcla de museos y calles comerciales, en los meses del calor los clubes al aire libre llamados kertek (literalmente ‘jardines’) y los pubs-ruina (bares ubicados en edificios en ruinas) bullen de animación y hay muchos baños termales para cuidarse un poco.
Como cualquier capital, Budapest tiene su lado sombrío. Pero ya sea en primavera, verano, un bello día de otoño o un atardecer, al cruzar a pie el Danubio, se comprende que esta ciudad singular, apasionada y vibrante es de visita ineludible.