Limpia y acogedora, Ålesund debe su encanto a un fuego que arrasó sus cimientos de madera hace un siglo, destruyéndolo todo excepto la prisión y una iglesia. De sus cenizas nació una ciudad nueva de piedra y casi toda diseñada por jóvenes arquitectos noruegos formados en Alemania. Influenciados por el movimiento Jugendstil (art nouveau) de la época, proyectaron edificios ricos en ornamentación, con torres, agujas, gárgolas y otros elementos basados en motivos autóctonos. La vista desde la parte alta de la ciudad es una de las más emblemáticas.