Desde islas volcánicas y ciudades costeras hasta antiguos reinos y templos milenarios, Asia revela destinos donde tradición y modernidad se entrelazan con paisajes sorprendentes.
1. Jeju-do, Corea del Sur

Playa Sehwa en la isla de Jeju-do. ©Sanga Park/Shutterstock
Jeju-do, la isla más grande de Corea del Sur, combina paisajes volcánicos, senderos costeros, arte contemporáneo y gastronomía local. Desde ascender al volcán Hallasan hasta recorrer museos singulares y degustar mariscos frescos o mandarinas, brinda una experiencia que calma el espíritu y conecta con la naturaleza y la cultura a un ritmo pausado.
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2. Jaffna, Sri Lanka

Calle de comercios en Jaffna, Sri Lanka. ©trabantos/Shutterstock
Jaffna, en el norte de Sri Lanka, invita a una inmersión cultural auténtica con templos hindúes, historia tamil, festines caseros y una hospitalidad entrañable. Alejada del turismo masivo, su combinación de paisajes rurales, fortalezas coloniales, islas remotas y vida espiritual la convierte en un destino singular para viajeros curiosos.
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3. Phuket, Tailandia

Restaurante en Phuket, Tailandia. ©Lauryn Ishak/Lonely Planet
Phuket reúne playas paradisíacas, selvas exuberantes y una comunidad internacional en expansión que atrae tanto a nómadas digitales como a viajeros. Combina naturaleza y vida urbana relajada con turismo ético de animales, mercados vibrantes, arquitectura colonial y una gastronomía diversa que refleja su carácter multicultural y moderno.
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4. Quy Nho’n, Vietnam

Quy Nho’n, Vietnam. ©Bach Huy Hoang/Shutterstock
Quy Nho’n, en la costa centro-sur de Vietnam, ofrece playas tranquilas, comunidades pesqueras tradicionales y una rica herencia Cham. Con calas escondidas, marisco fresco, vida nocturna relajada y un ambiente aún poco explotado por el turismo internacional, se presenta como un destino costero auténtico y con encanto.
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5. Siem Reap, Camboya

Delta del Río Mekong. ©James Pham/Lonely Planet
Siem Reap, puerta de entrada a los templos de Angkor, combina historia milenaria con vida nocturna, gastronomía asequible y propuestas culturales y de aventura. Tras la pandemia, ha resurgido con fuerza como destino espiritual y vibrante, destacando por su hospitalidad, pueblos flotantes, tirolinas en la selva y espectáculos como el Phare Circus.