Siem Reap (Camboya)

© William.Visuals/Shutterstock
Hermosa foto de alta calidad del dron del templo de Angkor Wat al atardecer, Siem Reap, Camboya

Puerta de entrada a los templos de Angkor, Siem Reap se ha erigido como referente por derecho propio gracias a una gastronomía asequible, una vibrante vida nocturna, actividades llenas de adrenalina, etéreos pueblos flotantes y un sinfín de experiencias con estilo. Aunque, por supuesto, tener a las puertas la octava maravilla del mundo, Angkor Wat, seguro que también ayuda.

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Una fantástica base para visitar templos

Tras dos décadas de expansión ininterrumpida, en el 2020 estalló de nuevo la burbuja en Siem Reap, cuando la pandemia de la Covid cerró el mundo, sin embargo, esto le brindó espacio para respirar del sobreturismo y la oportunidad de apretar el botón de reinicio. Siem Reap sigue siendo uno de los destinos mejor valorados en una región ya absurdamente asequible; y en Angkor Wat, el mayor complejo religioso del mundo, tiene una atracción icónica que hace sombra a todas las demás. El nuevo aeropuerto internacional de Siem Reap-Angkor tiene conexiones con toda la región; los cruceros por el río Mekong ofrecen una ruta alternativa más lenta y sublime a Ho Chi Minh City (Saigón); y hay servicios de autobús a las principales ciudades del país. Un visado electrónico fácil de conseguir (30 USD) y el pase de templo todo incluido (actualmente 37/62/72 USD para 1/3/7 días) constituyen el presupuesto más costoso, pero aparte de esto, se pueden encontrar masajes por 5 USD o cerveza a 1 USD en Pub St.

Siem Reap es la puerta de entrada noroccidental de Camboya a los majestuosos templos de Angkor, declarados Patrimonio Mundial de la Unesco, que encabezan la lista de destinos históricos de muchos viajeros en la región del Mekong. El primer vistazo a Angkor Wat solo es comparable a unos pocos sitios selectos del planeta, quizá Machu Picchu o Petra. Este vasto complejo tiene las proporciones épicas de la Gran Muralla china, el detalle y la complejidad del Taj Mahal y el simbolismo y la simetría de la Gran Pirámide, todo en uno. 

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Complejo Angkor Thom South Gate Angkor Wat, ©FramaliciousShutterstock

Los antiguos reyes jemeres concentraron el equivalente de todas las grandes catedrales europeas en un área de 400 km2, casi tres veces la extensión de Sevilla capital, convirtiendo las legendarias estructuras de Angkor en una auténtica "tierra de templos" para los entusiastas de la arqueología. Y más allá del principal yacimiento de Angkor, aguarda una increíble diversidad de otros templos que serían la envidia de cualquier país de la región: las enigmáticas caras del Bayón, el llamado templo de Tomb Raider de Ta Prohm y las exquisitas tallas de Banteay Srei, todas notables por derecho propio.

Pueblos flotantes, tirolinas y un viaje al circo

Pero Siem Reap ofrece mucho más que templos legendarios. Está situado junto al lago Tonlé Sap, el más grande del sudeste asiático, que alberga varios pueblos flotantes y altísimas comunidades de palafitos. Los más pintorescos son los pueblos elevados de Kompong Pluk y Kompong Khleang. Y, si apetece ir en barco, en la estación húmeda se puede emprender un itinerario en kayak por los bosques inundados de Me Chrey

Para los más enérgicos, también abundan las actividades de adrenalina. La tirolina Angkores es una red de cables sobre los árboles que atraviesa el bosque donde habita una familia de curiosos gibones. Para un paseo más largo por el lado salvaje, se puede ir al Kulen Elephant Forest, por donde deambula una manada de pacíficos paquidermos. Al caer la noche, no hay mejor cita que el excelente conjunto de payasos del Phare the Cambodian Circus, una empresa social local que ilustra las complejidades de la cultura jemer.

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Paseo en barco por el río Tonle Sap, ©Jeffery Hamstock/Shutterstock

En la trepidante Pub St de Siem Reap, el volumen está siempre al nivel 11, pero también hay escondrijos más tranquilos para disfrutar de la legendaria vida nocturna de "Temple Town". El barrio bohemio es una opción tentadora, aquí se halla Miss Wong, un salto al pasado del Shanghái de la década de 1920 que sirve de los mejores cócteles de la ciudad; o el Laundry Bar, un local nocturno con billares y música de ambiente. 

Angkor es la diva que atrae a los visitantes y Siem Reap ofrece el guion de la estancia, con sus modernos albergues y hoteles boutique, pero el alma de la región radica en el pueblo camboyano. Su calidez y su hospitalidad son legendarias, y su espíritu dejará una marca indeleble en el alma del visitante.

Momento memorable

La ruta ciclista que conecta Siem Reap con la zona de Angkor sigue los senderos de la jungla antes usados por los lugareños para llegar al templo. Se pueden recorrer las antiguas murallas de Angkor Thom, que unen la puerta de los Muertos (este) con la puerta Sur y pasar el gran foso, cuyas dimensiones harían sonrojar a un castillo europeo. En lo alto de los árboles, aletean las aves, e incluso se puede ver algún que otro gibón o nutria.

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