Enclavada entre las montañas de la costa centro-meridional de Vietnam, Quy Nho’n es una ciudad de playa que combina magistralmente tradición y estilo moderno. Sus pueblos pesqueros aledaños preservan un encanto intemporal, mientras que la creciente silueta urbana revela una ciudad en alza. Con todos los beneficios de un centro urbano, pero sin multitudes, Quy Nho’n mantiene un ambiente relajado, sin refinar. Es un secreto bien guardado entre los viajeros nacionales, que el resto del mundo todavía no acaba de descubrir.
━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━
✩ Las mejores aventuras costeras y delicias de marisco
━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━
Una sencilla y popular ciudad de playa
En pleno centro, el frente marítimo de Quy Nho’n se extiende por arenas doradas, bordeadas por un paseo marítimo bien mantenido, ideal para pasear al atardecer. Cuando cae la noche, la ciudad cambia de marcha, desvelando una escena nocturna relajada y llena de carácter. Aunque no combine con el bullicio de Nha Trang, Quy Nho’n tiene su propia mezcla de coctelerías con estilo, animados bares deportivos y locales junto a la playa donde unos confortables pufs invitan a quedarse un poco más.
La escena gastronómica de Quy Nho’n es igualmente tentadora. Por la calle Xuân Diḝu los amantes del marisco pueden elegir su festín directamente de los acuarios, mientras que Ngô Văn es el lugar para probar especialidades locales como nem nu’ó’ng (rollos de cerdo asado) o bún sú’a (un plato imprescindible de medusa con fideos).
Para cambiar de ritmo, hay que aventurarse más allá de la ciudad en moto y explorar calas ocultas y playas prístinas como Kỳ Co, una bahía en forma de medialuna con suave arena blanca, especialmente popular durante los meses de verano. O se puede ir a Bãi Xêp, un apacible retiro donde la playa se transforma en un comedor al aire libre por la noche, que sirve marisco fresco en un ambiente informal pero animado bajo las estrellas. También hay un par de encantadores hoteles y casas de huéspedes; con tiempo suficiente, merece la pena alojarse una noche aquí para experimentar realmente el encanto relajado de Quy Nho’n.

Foto Aérea de la playa de Kỳ Co ©Khoi Dang Photography/Shutterstock
Las vibrantes comunidades pesqueras y la historia
El alma de la región quizá sea más visible en sus comunidades pesqueras. En Nho’n, las estrechas callejas bullen de vida y los aromas de las chisporroteantes bánh xèo (tortitas crujientes de sepia) atraen al visitante. En junio, se puede remar sobre los relucientes campos de algas cultivadas, que convierten el agua en un mosaico dorado y verde. Al sur de Quy Nho’n, el adormilado pueblo de Xuân Hâi bulle de vida al amanecer. Una oleada de actividad se despliega cuando llegan los barcos, descargando cientos de cubos rebosantes de pescado recién capturado. Vale la pena captar la escena del vaivén de las olas, el anuncio de las gangas y el inconfundible aroma de la mañana que llena el aire.
Torres Tháp Ðôi Cham,©Hung vi vu/Shutterstock
Más allá de las playas, Quy Nho’n desvela otra capa de su encanto: su rica historia. La región está salpicada de antiguas ruinas Cham, sus desgastadas estructuras de ladrillo rojo resisten como recordatorio de una civilización pasada. Entre ellos, las torres Tháp Ðôi Cham, situadas en el corazón de la ciudad, son las más accesibles.
Un poco más lejos se encuentran las torres Cham de Bánh Ít, más altas, encaramadas en lo alto de una colina con vistas panorámicas de la provincia circundante. Para una inmersión más profunda en el pasado de Quy Nho’n, se puede visitar el Museo Bình Ðnh, con una impresionante colección de artefactos y esculturas champa que comparten el espacio con fascinantes máscaras y trajes de ópera vietnamita.
No te vayas sin…
Hacer una visita al templo de Ông Núi, al norte de Quy Nho’n, donde la recompensa tras ascender 600 escalones es una de las estatuas sedentes de Buda más grandes del sudeste asiático, que vigila la agreste costa de la región. Se encuentra en lo alto de un templo circular, con miles de Budas dorados más pequeños en nichos empotrados en los muros.