Madrás (Chennai) es la capital del sur y el punto de partida ideal para explorar la punta meridional de la India. Conviene evitar el monzón; el período más soleado dura de octubre a febrero. Se empieza probando unos thalis en Madrás para rodearse después de las complejas tallas del templo de Mamallapuram (Mahabalipuram), donde vivieron los reyes Pallava. Lo siguiente es dirigirse a la decadente Puducherry, de sabor francés, y después dejar la costa para internarse en las ciudades con templos de Tamil Nadu; dos paradas esenciales son Trichy (Tiruchirappalli) y Madurai, con sus gopurams (torres de templos) cubiertas de deidades. Desde aquí es fácil bajar a Kanyakumari, el punto más meridional de la India.
Tras descansar en la costa en Kovalam o Varkala, se va a la Reserva Natural de Periyar, donde habitan tigres y elefantes; o a Munnar, centro de las plantaciones de té de Kerala, a realizar caminatas por sus montes. De regreso a Madrás se visita Mysore, con el palacio del marajá y el gigantesco Nandi de piedra, el toro de Shiva.