El Valle del Rift en Kenia está entre las maravillas geológicas que definen África. Para completar el itinerario en dos semanas se necesita vehículo propio. Se visitan muchos sitios, la mayoría a poca distancia entre sí.
El inicio está en el Olepolos Country Club, cerca de Nairobi, donde contemplar la gloria del Rift dando buena cuenta de una Tusker. Luego se va al norte hasta el monte Longonot, uno de los miradores más bonitos del Rift; tras subirlo, se caminará entre las espectaculares formaciones rocosas del Hell’s Gate National Park. Se aconseja dejar un par de días en la zona. A un salto de allí, los lagos Nakuru, Bogoria y Baringo dan para otros dos días.
Después, pasando por las colinas Cherangani, se llega al encantador Saiwa Swamp National Park, una delicia de humedales.
En dirección sur, hay que explorar la frondosa Kakamega Forest Reserve, y luego pasar por Kisumu de camino a la isla de Mfangano, la escapada insular más gratificante del lago Victoria, donde descansar un par de noches. Al final, se visita el Ruma National Park, una joya poco frecuentada. Desde ahí se puede ir a la Masai Mara o bajar a Tanzania.