Bares neoyorkinos para esconderse

Beauty & Essex

Tras la fachada de una casa de empeños  en el 146 de la calle Essex está este bar semiclandestino. Es un local nuevo, muy glamuroso, pero escondido detrás de una tienda de empeños que no lo es tanto. En el interior hay 30000 m2 de salones, con sofás y banquetas de piel, una acogedora iluminación ambarina y una escalera circular que lleva a otra zona de bar. Las chicas pueden pasar de largo el bar y visitar los tocadores, donde hay champán gratis.

Saint-Louis, el África tranquila

Por alguna razón, en 1659 un grupo de marineros franceses se fijaron en esta isla en medio del río Senegal, en un tramo que discurre en paralelo al océano hasta su desembocadura, para levantar aquí la primera ciudad fundada por europeos en el África occidental y que fue capital de la colonia francesa en esta zona hasta 1902. De esa herencia francesa conserva su trazado en cuadrícula, sus casas de dos pisos con balconadas de madera y balaustradas de hierro forjado, muchas en ocre, rosa y otros colores pastel.

Itálica, cuna de emperadores

El anfiteatro es, precisamente, lo primero que se encuentra el visitante al entrar en Itálica. El expolio sufrido durante siglos, en los que la cantería romana era muy apreciada para construir cualquier otra edificación, hace que sólo se conserven dos de sus tres niveles de graderíos, suficientes para imaginar cómo debió ser en su momento. Aunque los estudios apuntan a que quizá nunca fue completado.

Sentirte descubridor en el Wat Phu de Champasak

Laos, el país donde se sientan a escuchar crecer el arroz, tiene en el sur del país los mejores ejemplos de ese sosiego del que hacen gala los laosianos. Lejos del bullicio turístico de ciudades del norte como Luang Prabang o Vang Vieng, la provincia de Champasak ofrece lugares poco frecuentados por el turismo. Uno de ellos son las ruinas del antiguo complejo religioso jemer de Wat Phu. Lo visité en pleno mes de agosto y apenas me crucé con una veintena de turistas y tres familias laosianas.

Nyhavn, el canal más famoso de Copenhague

A este emplazamiento se accede directamente desde la Plaza Real también llamada Kongens Nytorv, conocida por albergar dos de los edificios más emblemáticos de la capital danesa: el famoso Hotel de Inglaterra, uno de los más caros de la ciudad, y el palacio de Charlottenborg, sede de la Real Academia de Bellas Artes que ofrece habitualmente exposiciones de arquitectura y arte contemporáneo.

Lucca, una joya en la Toscana

La música marca el compás en Lucca, una pequeña ciudad de la Toscana, tierra natal de Puccini. Tal vez no sea tan famosa como sus vecinas Siena o San Gimignano pero Lucca sabe sacar pecho y presumir de todos sus atributos, que no son pocos, dentro de sus elegantonas murallas renacentistas. Tras ellas, lo primero que llama la atención del viajero son sus adoquinadas y planas calles, perfectas para recorrer la ciudad caminando o en bicicleta.

La primera ascensión al Mont Blanc

Tras recorrer todas las chocolaterías de la localidad descubro, en una placita del centro de Chamonix, una estatua de dos caballeros mirando hacia el lugar donde —detrás de las nubes, se supone— se erige la cima del Mont Blanc. Uno de ellos (el que apunta con el dedo) no es otro que Jacques Balmat, el primer hombre que ascendió la cumbre mítica. Balmat no era un héroe, ni un aristócrata en busca de fama, ni un alpinista, concepto que en el siglo XVIII ni siquiera estaba forjado.

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