Una estricta normativa urbanística, que data de 1575, estipula hoy que solo los residentes o los huéspedes de los hoteles con garaje pueden introducir vehículos en el casco antiguo de la ciudad. Al resto de los viajeros que se alojan en hoteles se les permite el acceso en coche para descargar el equipaje, pero después deben dejarlo en el aparcamiento de la entrada de la ciudad. Santillana es una joyita, y también una buena base para visitar la vecina Altamira.
Santillana del Mar

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