Ecléctica, enérgica y experimental: no le faltan motivos a la escena gastronómica de Melbourne para ser la envidia del mundo. Es la capital culinaria de Australia, con menús que varían desde los sabores del Mediterráneo a picantes tentempiés asiáticos, pasando por las especias dulces de África, todo servido en platos con estilo, pero asequibles.
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✩ Lo mejor para 'gourmets' ansiosos por probar la cocina local
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Repertorio global
Para hacerse una idea de la famosa cultura del café australiana solo hay que darse un paseo por los callejones del centro de Melbourne, repleto de arte callejero provocador, colorido y cambiante. Basta elegir entre un ristretto para llevar (café frío) o un piccolo latte en Maker Coffee antes de ponerse en la cola en Lune Croissanterie. Los residentes están obsesionados con los productos de bollería y tras probar los cruffins (medio cruasán medio muffin cubierto de caramelo gasificado o relleno de jarabe de ron y crema de ponche) de temporada que elabora Lune, se entenderá esta adicción.
Melbourne, Australia. ©Majonit/Shutterstock
Gracias a una ola de inmigración en la década de 1850, seguida de otra en los años sesenta, los migrantes italianos y griegos trajeron sus conocimientos culinarios a la capital victoriana y sus suburbios. En particular, la influencia italiana en el café de Melbourne y la cultura gastronómica penetran en la ciudad, ofreciendo una enorme selección. Sin embargo, visitar el increíble Il Mercato Centrale Melbourne, en el corazón del distrito comercial, es imprescindible. Este mercado de tres niveles es una profusión culinaria de más de 20 puestos que venden de todo, desde ingredientes frescos a platos italianos sencillos pero deliciosos. El tema mediterráneo sigue en Mid Air, uno de los primeros bares y restaurantes en la azotea de la ciudad, con un menú que realza los sabores de España, Grecia y Turquía, acompañado de unas vistas de la silueta urbana ofensivamente espléndidas. Y si el bolsillo lo permite, se puede reservar mesa en Bottega para regalarse una deliciosa reinterpretación australiana de la moderna cocina italiana.
Tartas gourmet en el mercado de Melbourne. ©Bossa Art/Shutterstock
Sugerencias en las afueras de la ciudad
Si uno se aventura fuera de la ciudad, encontrará múltiples recompensas. El tranvía nº 96 lleva al bullicioso South Melbourne Market (abierto mi y vi-do), con una parada técnica en JuJu’s Deli para recuperar fuerzas con un chicken schnitty sanga (bocadillo de schnitzel de pollo) de nombre ridículo pero increíblemente delicioso, quizá lo más australiano que se pueda hacer. Hay que armarse de valor y abrirse paso entre la muchedumbre para conseguir una bandeja de ostras recién abiertas en el Aptus Seafoods Oyster Bar. Con una perspectiva más pausada, se puede tomar asiento en Claypots Evening Star y darse un homenaje con, probablemente, la mejor marinara de marisco de Australia.
Oculta entre los callejones de West Brunswick, Vola Foods está especializada en exquisiteces de Camerún: la dulce sensación de los plátanos fritos y el arroz jollof bañado en tomate hará que se quiera repetir. En Preston, la Falastini Food Truck sirve increíble comida palestina. Luego, en el evocador y cercano Waxflower Bar, ofrecen una selección de vinos de "mínima interferencia" y un regalo para los oídos con el seductor espacio auditivo antes de dirigirse al Hotel Jesus en Collingwood, para degustar unos tacos que transportan directamente a México.
Café brunch food en Melbourne. ©photograph-fi/Shutterstock
Momento Memorable
No faltan las opciones de increíble cocina asiática en Melbourne y alrededores. Pero el Hanoi Mee Kitchen and Bar, escondido en el suburbio costero de Port Melbourne, debería estar en la lista de visitas obligatorias de cualquier viajero gastronómico. Aquí se puede probar confit de salmón en conos de sésamo y gambas tigre fritas con arroz verde, pero hay que dejar espacio para el exquisito jarrete de cerdo caramelizado.
