En África, el viaje se convierte en experiencia sensorial y transformadora. Dormir en un tren suspendido o seguir las huellas de los elefantes del desierto son maneras únicas de conectar con la naturaleza salvaje.
1. Alojarse en un vagón de tren en el Kruger National Park (Sudáfrica)

Kruger Shalati. ©Kruger Shalati
El Kruger Shalati es un hotel de lujo singular, instalado en un antiguo tren sobre un puente del Parque Nacional Kruger. Una historia ferroviaria con safaris y vistas inigualables de la fauna salvaje desde sus suites acristaladas y su piscina infinita. Su diseño rinde homenaje a la artesanía local y su gastronomía reinterpreta con elegancia los sabores sudafricanos. Una experiencia de safari contemplativa e inolvidable.
2. Seguir a los elefantes del desierto en Namibia

Elefantes en Namibia. ©Buena Vista Images/Getty Images
En el noroeste de Namibia, una pequeña población de elefantes adaptados al desierto habita paisajes áridos y sobrecogedores. Seguir sus huellas por los lechos secos de los ríos es una vivencia única, especialmente en la estación seca. Aunque los avistamientos no estén asegurados, la inmersión en este entorno remoto y el encuentro con estos gigantes amenazados convierten el viaje en una experiencia inolvidable.