El polo Sur, al que llegó por primera vez hace 100 años el explorador noruego Roald Amundsen durante la época heroica de las expediciones antárticas, aún es sinónimo de leyenda, privaciones y gloria. Hoy hay una base de alta tecnología rodeada de equipos de observación astrofísica de vanguardia (incluido un detector de neutrinos enterrado a unos 1900 m bajo el hielo). Para el visitante, el hecho de inmortalizarse junto a las banderas al viento y el poste con el globo terráqueo es, sin duda, algo épico.
Estación Polar Amundsen-Scott

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