La mañana se dedica a subir a la azotea de la espectacular Ópera de Oslo para contemplar sus detalles arquitectónicos y disfrutar de hermosas vistas, antes de hacer un circuito por el interior del edificio. Un corto viaje en tranvía desde la estación central lleva hasta Grünerløkka.
A continuación se puede ir a Mathallen Oslo para comer y dar después un paseo por Vulkan. Se cruza el río Alkerselva para regresar a Grünerløkka y tomar un café de primera en Tim Wendelboe. Tras echar un vistazo a las tiendas, se enfila al Munchmuseet, donde se puede seguir explorando el Oslo de finales del s. XIX a través de los ojos de Munch.
Para vivir la experiencia de la nueva cocina nórdica más cool en compañía de los foodies del lugar, dirigirse a Brutus, que marca tendencias en Tøyen, seguido de un periplo de bares desde Pigalle hasta Dattera Til Hagen en Grønland. Por último se regresa a Grünerløkka para asistir a un espectáculo en el Parkteatret o bailar en Blå.