Es ideal empezar conociendo el casco antiguo y sus principales puntos de interés. En primer lugar, el Mercado Central, para verlo en pleno ajetreo, luego se pueden apreciar los encantos góticos de La Lonja, al otro lado de la calle. El almuerzo del primer día puede ser un arroz tradicional; en Navarro lo preparan como les gusta a los valencianos.
Muchos sitios siguen cerrados después de comer, pero la catedral está abierta y es buen momento para visitarla. Después de ver el Santo Grial, es interesante subir al campanario. Si queda energía, se puede visitar otro lugar cercano, por ejemplo, La Almoina para inspeccionar viejos cimientos subterráneos.
Para cenar y tomar una copa sin duda es ideal la tentadora zona de tapas de Russafa. Conviene llegar temprano para ver antes un par de tiendas vintage y tomar algo en el Ubik Café. Se escoge alguno de los muchos bares de tapas que llenan las calles y, por último, se toma un cóctel en La Fusteria.