Los austriacos se enorgullecen de sus productos locales y casi todas las regiones del país producen alguna delicia gastronómica, muchas de las cuales acaban en el mercado más grande y famoso de Viena, el Naschmarkt, donde hay desde quesos de Kemptal, en la Baja Austria, o de Bregenzerwald hasta jamón Thum de cerdo mangalica. El mercado ofrece también un viaje por el mundo sensorial de las especias exóticas. En sus puestos de comida, algunos tan grandes como un restaurante, se puede disfrutar de las mejores comidas de la capital.
El Naschmarkt de Viena
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