Los sardos afirman que cuando Dios descendió por primera vez a la Tierra, puso el pie en una isla y creó instantáneamente Cerdeña. Y es que sus playas rozan lo divino. Lisas o escarpadas, de arena o de guijarros, blancas o doradas, hay para todos los gustos.
Aquí te presentamos las nueve playas más imprescindibles de Cerdeña.
1. Spiaggia della Pelosa, una de las playas más bonitas de Europa
Esta amplia extensión de arena blanca, que contrasta con un mar de un azul eléctrico, convierte a la Spiaggia della Pelosa en una auténtica visión paradisíaca. Considerada la encarnación de la playa perfecta, ejerce una atracción irresistible: su franja de arena, acariciada por aguas turquesas y poco profundas, está enmarcada por curiosas marcas de tierra casi lunares. Un islote solitario, coronado por una torre de vigilancia catalano-aragonesa, completa este espectacular paisaje.
Durante el verano, hay que compartir este escenario idílico con decenas de miles de visitantes, pero en temporada baja la afluencia es mucho más llevadera. Eso sí, para acceder a la playa es imprescindible reservar una plaza 'online' a través del sitio web oficial, ya que el número de visitantes diarios está estrictamente limitado.
2. Cala Mariolu, la escapada perfecta en el golfo de Orosei
En la costa este, en el golfo de Orosei, Cala Mariolu es una playa espectacular rodeada de acantilados calcáreos. Accesible solo por barco o tras una caminata ardua, esta playa aislada ofrece un agua de una claridad excepcional y guijarros blancos que brillan al sol.
Cala Mariolu. Pani Garmyder/Shutterstock ©
3. Chia, un paraíso para los amantes de los deportes acuáticos
Los windsurfistas, los exploradores de dunas y los ornitólogos aficionados se maravillan ante Chia y sus playas de postal a resguardo de los enebros. Chia es un destino turístico muy frecuentado en verano. Desde la torre, la vista de la costa sur y de las dos encantadoras playas de Chia – al oeste, la larga Spiaggia Sa Colonia, y al este, la más pequeña Spiaggia Su Portu – es espléndida. Paraíso del surf, 'windsurf' y 'kitesurf', estas playas acogen cada primera quincena de abril el Chia Classic, competiciones de surf y windsurf.
4. Spiaggia del Principe, el esplendor glamuroso de la Costa Esmeralda
La Costa Esmeralda es famosa por sus playas glamurosas, y la Spiaggia del Principe es sin duda su joya más preciada. Esta playa en forma de media luna está rodeada de rocas graníticas y ofrece un mar de un azul intenso. Es un lugar muy apreciado por los famosos.

Spiaggia del Principe. travelwild/Shutterstock ©
5. Playas de San Teodoro, ideales para los deportistas
San Teodoro se enorgullece de sus playas hermosas, muchas de las cuales no tienen nada que envidiar a las de la Costa Esmeralda. En el centro, Cala d'Ambra es bonita, pero la Spiaggia La Cinta, franja de arena blanca entre el mar color topacio y el estanque San Teodoro, es aún más bella. Es muy apreciada por los deportistas, especialmente los aficionados al 'kitesurf'.
Más al norte se encuentran las encantadoras bahías en forma de media luna de Lu Impostu y Cala Brandinchi, la "Pequeña Tahití", separadas por una lengua de tierra boscosa. Ofreciendo una vista magnífica sobre la masa calcárea de la isla de Tavolara, el Capo Coda Cavallo es una reserva marina cuyas aguas transparentes encantan a los amantes del buceo y el esnórquel.
6. Porto Giunco, una laguna plateada con flamencos rosas
La playa más bella de Villasimius, Cala Giunco, es una perfección en sí misma: esta larga franja de arena blanca suave se encuentra entre un mar azul y una laguna plateada, el Stagno di Notteri, donde se agrupan flamencos rosas en invierno. Al norte, las montañas cubiertas de maquia (matorral mediterráneo) se alzan en el cielo azul.

Se necesita una hora de caminata para llegar a la playa de Cala Goloritzè en Cerdeña. Francesco Spadafina/Shutterstock ©
7. Cala Goloritzè, una playa de una belleza asombrosa
Describir los pináculos calcáreos, la arena blanca o el mar color Curaçao de Cala Goloritzè apenas alcanza a transmitir la asombrosa belleza de este rincón natural.
En su extremo sur, impresionantes formaciones rocosas se alzan desde el flanco del acantilado, entre ellas el majestuoso monte Caroddi —también conocido como Aguglia—, una aguja de roca de 148 m de altura que fascina a los escaladores. Para llegar hasta esta joya escondida, hay que seguir las señales desde la Cooperativa Goloritzè, en la meseta del Golgo. El sendero desciende suavemente durante una hora, aunque el regreso cuesta arriba puede prolongarse hasta una hora y media. Apta para familias, esta caminata recorre un antiguo camino de mulas que serpentea por un hermoso cañón calcáreo, a la sombra de enebros y encinas, y atraviesa un paisaje salpicado de cuevas, arcos de piedra, salientes y pináculos rocosos.
8. Spiaggia di Piscinas, un "desierto" de dunas mágico
Caminar descalzo al atardecer por las dunas de hasta 30 m detrás de la Spiaggia di Piscinas es una experiencia casi mágica. El acceso, únicamente posible por un camino de tierra, acentúa la sensación de aislamiento y aventura.
Para llegar, hay que tomar la SS126 y continuar 3,7 km hacia el noreste, más allá del desvío hacia la Spiaggia Scivu, hasta encontrar la salida de Ingortosu. Desde allí, un tramo de 9 km por pista de tierra conduce hasta una bifurcación: hay que girar a la izquierda y, tras unos 20 minutos adicionales por una pista sin asfaltar, se alcanzará la Spiaggia di Piscinas. Esta vasta playa, respaldada por colosales dunas de hasta 30 m de altura, ha sido apodada el “desierto de Cerdeña”. Una denominación quizá exagerada, pero que refleja bien la majestuosidad y la singularidad del lugar.

Spiaggia di Piscinas. fabiano goreme caddeo/Shutterstock ©
9. Is Arutas, la playa de los granos de arroz
Situada en la costa occidental de Cerdeña, esta playa única es famosa por su arena formada por diminutos cuarzos de colores que, por su forma y brillo, evocan granos de arroz. Sus aguas cristalinas y la serenidad que se respira en el entorno la convierten en un lugar ideal para desconectar y disfrutar de la tranquilidad, lejos de las multitudes.