Los Ikara-Flinders (en Australia meridional) despliegan una belleza mística que no se encuentra en otras partes del outback australiano. El Wilpena Pound, una serie de montañas más grandes que Uluru, puede ser explorado tanto a pie como en el aire.
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✩ Los mejores lagos, atardeceres y aventuras en el desierto
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Aventurarse en una zona ignota de Australia
Tras un trayecto de unas cinco horas en coche hacia el norte, se llega a Adelaida, la capital cultural de Australia Meridional. Si se dispone de tiempo, merece la pena desviarse hacia la región del riesling, en el frondoso valle de Clare, o continuar hasta las extensiones del paisaje casi lunar del Parque Nacional Ikara–Flinders Ranges. Este destino, a menudo pasado por alto en favor de lugares más célebres como Uluru–Kata Tjuta National Park o Kimberley, ofrece una belleza única y sobrecogedora. Aquí hay más emús y canguros que personas, y los atardeceres y amaneceres son espectaculares: tonos rosados, rojos y púrpuras bañan el horizonte, realzando la intensidad y las formas del paisaje.
Ikara-Flinders Ranges National Park. ©adwo/Shutterstock
Según el pueblo Adnyamathanha, los indígenas de la zona, las paredes del Ikara y del Wilpena Pound representan los cuerpos entrelazados de dos akurra, o serpientes gigantes. Esta creencia explica la profunda trascendencia espiritual que envuelve a la región. Las montañas ofrecen un sinfín de excursiones de un día por barrancos bordeados de árboles de caucho y antiguas pinturas rupestres que narran la herencia cultural de los pueblos originarios. Para los amantes del senderismo, la exigente ruta de nueve horas hasta la cumbre del St Mary Peak (Ngarri Mudlanha), la montaña más alta del Wilpena Pound, recompensa el esfuerzo con las vistas panorámicas más impresionantes de toda la región.
Observar las estrellas, hacer ciclismo de montaña y ver lagos salados
En el interior del outback, se puede apreciar el Arkaroola Wilderess Sancturary, declarado oficialmente International Dark Sky Sanctuary en el 2023. Dispone de una amplia selección de alojamientos, desde cabañas a campamentos, y ofrece experiencias que van desde visitas a un observatorio a circuitos guiados para observar el cielo estrellado en sillas robotizadas y personalizadas. Para aquellos capaces de sobrellevar las gélidas temperaturas nocturnas, el alojamiento en vivac es la experiencia más inmersiva e intensa. Los observadores de estrellas se dirigen en todoterreno a los montes Streitberg, donde los guías muestran el cielo nocturno con un telescopio antes de dormir bajo el firmamento en swags, unas tiendas típicamente australianas.
Santuario Natural Arkaroola. ©Wirestock Creators/Shutterstock
Melrose, uno de los municipios más antiguos y pintorescos de la región, se ha convertido en el epicentro del ciclismo de montaña, con 80 kilómetros de senderos rodeados de arbustos que serpentean alrededor del imponente Monte Remarkable. Hacia el norte, en el Prairie Hotel de Parachilna, se puede degustar la gastronomía silvestre y autóctona de la zona, con platos elaborados a base de canguro, camello y cabra. Como complemento a la mística belleza de la región, destacan los lagos rosados de alta salinidad, verdaderas joyas naturales. La mejor forma de apreciar sus tonalidades rosa chicle —como las del Kati Thanda–Lago Eyre, el más grande del país— es desde el aire.
No te vayas sin...
Brindar al atardecer con una copa de espumoso de Australia Meridional en un circuito guiado nocturno —mejor aún si incluye una tabla de charcutería— es una experiencia inolvidable. Cuando los colores se disuelven entre el cielo y las montañas, la serena belleza y la sencillez de este paisaje extraordinario resultan profundamente conmovedoras.
