Para los aficionados al fútbol, un peregrinaje para ver un partido de la Premier League en una de las catedrales del fútbol inglés es la máxima experiencia deportiva. Ir a ver un partido no es solo visitar el estadio: ofrece una ventana única a las pasiones y el carácter del país, muy difíciles de descubrir en otros escenarios.
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✩ Lo mejor para intimar con otros aficionados en torno a unas cervezas
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Manual básico de la Premier League
A pesar de la composición internacional de los equipos, entrenadores y propietarios y la cobertura televisiva mundial de los partidos, la Premier League conserva una idiosincrasia completamente local. Una de las pocas cosas sobre las que los ingleses parecen estar de acuerdo es en la inquebrantable fidelidad a su equipo, y en que, sea cual sea este, los árbitros siempre se la tienen jurada. Ocultos bajo su entusiasta apoyo, los resentimientos sobreviven a lo largo de generaciones. Las rivalidades son intensas, así como los partidos tradicionales, inflamados de hostilidad histórica.
La Premier League incluye 20 clubes distribuidos de manera desigual por todo el país. En Londres hay actualmente seis, entre ellos, los más populares son el Arsenal, el Chelsea y el Tottenham Hotspur. En el noroeste están el Liverpool, el Everton y los dos rivales de Manchester, el United y el City. Otros cuatro se encuentran en las Midlands, y el resto está repartido por otras zonas del país. Los partidos se juegan los fines de semana de agosto a mayo, con ocasionales partidos entre semana.

Estadio de fútbol de Manchester. ©Thomas McAtee/Shutterstock
Cómo comprar entradas
La parte más complicada es conseguir las entradas; están muy cotizadas y para la mayor parte de los partidos se agotan con mucha antelación. Conviene planificarlo todo con tiempo. La mejor opción es hacerlo en la página web del club local que juega como anfitrión. La mayor parte de los clubes requieren crear una cuenta, pero son gratuitas. Luego, solo hay que comprobar qué partidos y asientos hay disponibles y a qué precios, y pagar mediante tarjeta de crédito. Las entradas se pueden descargar en formato digital o recogerlas en taquilla. La reventa es ilegal en el Reino Unido, pero muchos clubes tienen una plataforma de reventa segura que ofrece las plazas de los socios que no van a asistir a ese partido en concreto. También hay agencias de venta autorizadas, como LiveFootballTickets, P1 Travel o FootballTicketNet, más caras, pero muy cómodas. Por último, existen los llamados hospitality packages, paquetes con comida y servicios especiales, disponibles incluso para partidos muy solicitados, pero de precio elevado. El coste de las entradas suele partir de 45-60 £ (55-70 €).
La diversión y las cervezas previa al partido suelen concentrarse en los pubs en torno al estadio. En algunos, se genera mucho ruido en los pasillos o en las concentraciones de los aficionados camino del partido. Para comer, se puede probar –si se consigue – un chicken balti pie (pastel de pollo balti), otra invención inglesa disponible en algunos pubs y, en el norte del país, patatas fritas con curry o salsa de carne.
Una vez en las gradas, uno pronto se da cuenta que la gran diferencia de verlo en televisión es que aquí el espectador es un participante activo más, especialmente si se contribuye a la animación: se pueden llegar a aprender nuevas expresiones y palabras en inglés muy originales.

Estadio de futbol de Arsenal. ©Alexander Gold/Shutterstock
Contagiarse de la energía
Por supuesto, nadie garantiza que será un buen partido, pero, incluso en el más aburrido, la animación hace que sea una experiencia cautivadora. Los jugadores y los árbitros se enfrentan a un muro de ruido de muchos decibelios. Dependiendo de la trascendencia del encuentro para la clasificación y/o de la rivalidad entre los contendientes, oscilará entre atronador y demencial. Los fans más ruidosos probablemente estarán cerca de los pocos miles de aficionados del equipo visitante, burlándose implacablemente de ellos. Si la tensión aumenta durante el partido, se podrá observar lo pasionales que pueden llegar a ser los supuestamente flemáticos ingleses. Hasta se puede llegar a cuestionar la cordura del espectador de al lado.
La Premier League es la punta de una vasta pirámide futbolística. Hay docenas de equipos profesionales que juegan en divisiones inferiores y que atraen a grandes multitudes. Algunos, de glorioso y exitoso pasado, como el Derby County, el Nottingham Forest, el Sheffield Wednesday, el Bolton Wanderers o el Blackburn Rovers. También está la emocionante y cada vez más importante Women’s Super League. Las entradas para todos estos partidos son más económicas y fáciles de conseguir que las de la Premier. En cualquier caso, hay pocas experiencias como el atractivo de una noche lluviosa viendo al Manchester United u oír a los hinchas del Liverpool cantar "You'll never walk alone" a pleno pulmón. Después de todo, el fútbol es lo que Inglaterra hace mejor.

Fans celebrando la copa del mundo. ©Master1305/Shutterstock
Momento memorable
El éxtasis del estadio cuando el balón llega al fondo de la red del equipo visitante suele acompañarse de abrazos y gritos atronadores. Según el equipo, puede haber más de 50ִ 000 personas desahogándose en un momento de alegría colectiva, que se celebra aún con más placer si se está jugando contra el eterno rival. Advertencia: es posible acabar varios metros más allá de donde se empezó, sin gorra, pero con algunos amigos nuevos.