Este circuito de 650 km traza un círculo por las provincias marítimas (Nueva Escocia, New Brunswick e Isla del Príncipe Eduardo).
Tras comer y beber en Halifax hay que poner rumbo a New Brunswick. La alegre Shediac contiene la estatua de langosta más grande del mundo y, por supuesto, su versión cocinada se sirve en restaurantes de toda la localidad.
Al cruzar los 12,9 km del puente de la Confederación, que conecta New Brunswick con la Isla del Príncipe Eduardo (PEI), comienza la peregrinación por el país de Ana, la huérfana pelirroja de Ana de las Tejas Verdes. Cavendish es la urbanita ciudad que le rinde homenaje. En los acantilados del Prince Edward Island National Park se puede observar aves, pasear por la playa y nadar. Hay que parar en la compacta capital colonial de pei, Charlottetown, antes de tomar el ferri desde Wood Islands hasta Pictou (Nueva Escocia). Allí se puede caminar por el paseo entablado y, con suerte, quizá se esté celebrando el First Nations Powwow. Hay unas 2 h hasta Halifax.