La sierra de Tramuntana se eleva como un anfiteatro sobre la villa de Deià, un auténtico nido de pájaro colgado encima del Mediterráneo. Hay muchos pueblos bonitos, pero ninguno como este: sus casas de piedra dorada trepan por una colina piramidal y brillan como la miel al atardecer. Deià ha inspirado a muchos artistas y escritores, como Robert Graves. Desde la cercana Son Marroig, antaño romántica morada de un archiduque austríaco, se puede ver el mar al ponerse el sol.
Deià

Andrew Montgomery_Lonely Planet