Resulta difícil explicar a los habitantes de Maine que su estado está de moda. Se reirán con ironía o se mostrarán incrédulos, pues el sarcasmo es una particularidad del carácter de Nueva Inglaterra. La gente es conocida más por su carácter práctico y tradicional que por su gusto por las últimas tendencias.
━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━
✩ Los mejores veranos de ensueño en Nueva Inglaterra
━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━
Recorrer la costa
Las excursiones por el litoral pueden ser refinadas o alegres. Para las primeras, hay que ir a Ogunquit, Bar Harbor, Kennebunks y Kennebunkport. Son destinos con grandes hoteles frente al mar, vistas espectaculares al océano y visitantes tomando ponche de ron en sillas Adirondack de brillantes colores. Si se viaja con niños o se busca algo más aventurero, se puede ir a York, Ocean Park o Old Orchard Beach. Los paraísos estivales de Maine están repletos de parques de atracciones, cucuruchos de helado y franjas amplias de arenas suaves. También se encuentra el Acadia National Park, la joya de la corona de Maine, con sus islas esmeralda frente a la costa y sus acantilados donde rompen las olas.
Olas que caen sobre el faro de Ogunquit, ©Stephen Klemes/Shutterstock
Comer de camino al interior
Es el primer lugar de EE UU continental donde sale el sol. La costa de Portland, la ciudad más importante, se ha convertido en un centro de actividad con nuevos restaurantes y panaderías, especialmente de chefs formados en grandes ciudades que huyen del ajetreo de Boston o Nueva York. Estos locales han recibido premios y nominaciones a los James Beard Awards. Los últimos premiados son Norimoto Bakery, que infusiona bollos daneses de estilo europeo y merengues con yuzu, judías rojas y elementos japoneses, y ZU Bakery, donde el pan casero es el rey.
Otra opción es abandonar la costa y aventurarse en el interior, quizá al Oxford’s Oxbow Beer Garden, construido en un granero rojo con 200 años de antigüedad. En el local Lost Kitchen situado en Freedom, la chef Erin French solo acepta reservas a través de postales, y en el puesto de tartas Puzzle Mountain Bakery en Newry, no se encuentran dependientes como en muchos otros puestos de carretera de Maine, ya que se confía en que el cliente pague lo que se lleve.
Catedral de Portland de la Inmaculada Concepción, ©Wangkun Jia/Shutterstock
Arte, arquitectura y un faro en activo
Además de la comida, existen otras facetas en este destino. La ciudad de Rockland abrió el camino con el Center for Maine Contemporary Art, un reluciente edificio de cristal del arquitecto Toshiko Mori, que contrasta con el Farnsworth Art Museum, donde se exhibe lienzos de Andrew Wyeth, el cual solía pasar los veranos en la ciudad. Thomaston, una sucursal de la Karma Gallery, expone obras modernas en una iglesia católica desacralizada. De camino, se puede parar en Owl’s Head Light, uno de los múltiples faros de Maine que sigue parpadeando en la costa a pesar de la llegada de la tecnología moderna de navegación. No es usual ver todo esto con incredulidad.
Parque Estatal Harriman, en los condados de Rockland y Orange,©Nature's Charm/Shutterstock
No te vayas sin…
Hacer una excursión por el bosque en primavera (de mayo a principios de junio) para ver Maine con flores y en su serena plenitud. Destacan las famosas colonias de hasta 500 garzas azules repiqueteando. Ver sus polluelos torpes y hambrientos en los nidos es algo inolvidable.
