Las mejores delicias de Katmandú, Nepal
Los senderistas que caminan por el Himalaya son capaces de andar durante semanas por la cordillera más alta del mundo alimentándose exclusivamente de daal bhaat, el plato favorito de Nepal. Esta combinación de arroz, sopa de lentejas y verduras es muy energética pero no suele ser muy variada, por eso, al regresar a Katmandú, muchos sueñan con 'exquisiteces' como hamburguesas, pizza, patatas fritas...
Hace ya años que Nepal atrae a aventureros de todo el mundo, y en Katmandú se abren restaurantes de todas las cocinas del mundo. El viajero podrá comer casi todo lo que le apetezca: desde una pizza hasta un curri tailandés o una barbacoa coreana. A pesar de su difícil ubicación y sus escasas redes de transporte, el mundo puede resumirse en las cartas de los restaurantes de Katmandú, y la comida tras una ruta será un banquete muy especial.
Las concurridas calles de Katmandú, Nepal © Harri Jarvelainen Photography / Getty Images
¡Vivan los momos!
Los momos, una deliciosa masa elaborada con harina de trigo y rellena de carne, queso o verduras, son un plato que existe en Tíbet, Nepal y la India.
Momos y salsa de chile, una combinación inspirada © Katarzyna Komorek/Getty Images
Estos deliciosos bocaditos se sirven al vapor o fritos, con una cucharada de salsa picante; y todo el mundo está de acuerdo en que los mejores de la ciudad son los de Yangling Tibetan Restaurant, preparados a mano según una receta familiar pasada de generación en generación.
Otro buen establecimiento para disfrutar de especialidades tibetanas es Utse Restaurant, un incondicional de Thamel que, desde 1971, sirve momos, thukpa (sopa de fideos tibetana) y gyakok (estofado realizado en una cazuela de latón). La comida se acompaña de una buena jarra de tongba, la cerveza tradicional del Himalaya oriental, una especie de puré de mijo fermentado que se sirve caliente con una pajita para beber sin ‘tropezones’.
Comida criolla en el Himalaya
New Orleans Cafe es más que un restaurante, es toda una institución en Thamel. Situado en un patio, ha servido cocina de todo el mundo a varias generaciones de viajeros, con platos que van desde la jambalaya criolla hasta la ternera a la barbacoa con patatas al horno. Hay música en directo dos veces por semana y se cuenta que algún turista se ha subido al escenario a improvisar una jam; no está mal para sacudirse el polvo del camino tras una dura ruta por el Anapurna.
Hay muchos más restaurantes de Katmandú con cartas que ofrecen delicias de Asia, Europa y las Américas. En el extremo Chhetrapati de Thamel, Mitho Restaurant se esfuerza en servir de todo, desde curris indios hasta filetes y tajín, además de algunos interesantes platos de fusión internacionales.
Las mejores aventuras asiáticas
'Sushi' de gran calidad
Con la embajada japonesa en la misma calle, Kotetsu, en Lazimpat, domina el panorama de la comida japonesa en Katmandú.
'Makis' hechos a mano, una de las delicias frescas con las que sueñan muchos senderistas del Himalaya © Pinghung Chen/EyeEm/Getty Images
A pesar de hallarse a 650 km del mar su marisco es tan fresco que casi se puede escuchar el sonido de las olas (procede de Tailandia, desde donde llega cada día en avión). Como cabe esperar, el sashimi de la casa está cortado con maestría, los filetes de Kobe tienen el veteado perfecto y los solomillos teppanyaki son espectacularmente tiernos.
En Durbar Marg, Koto Restaurant es otro conocido restaurante japonés muy apreciado, con dos locales adyacentes; según los clientes habituales, los rollitos de sushi y nigiri son mejores en el local que queda más al sur.
La atractiva comida india
Sorprendentemente, la cocina india está algo infrarrepresentada en Katmandú. Muchos platos que se sirven como indios son en realidad versiones nepalíes de los mismos; sabrosos, pero sin los elaborados sabores de la cocina india. Para comer auténtica comida india hay que ir al elegante y caro Third Eye, que garantizan masalas ricos y picantes, y suculentas brochetas al horno tandoori.
Brochetas de pollo 'tandoori' cociéndose a la brasa, Katmandú, Nepal © Idealnabaraj/Getty Images
Existen algunas opciones más para disfrutar de la comida india picante. Ghar-e-Kebab, en el Hotel de L'Annapurna, sirve buenos platos típicos del norte de la India (incluidos ricos platos tandoori) y alegra el ambiente con conciertos de música clásica india y ghazal (canciones poéticas). Otro local interesante, Dudh Sagar, sirve desayunos rápidos a base de dosas (tortitas de harina de arroz y lentejas) e idly (pastelitos de arroz al vapor en salsa de curri), además de delicias que se toman a cualquier hora, como el barfi (un postre a base de leche condensada) o las gulab jamun (empanadillas de cuajada con sirope dulce).
Comida saludable
Para algunos, el inconveniente de la comida en las montañas es la falta de ingredientes frescos. En Katmandú la solución está en Forest & Plate, un restaurante que ha hecho de las ensaladas ecológicas un arte, además de servir ricos platos de pasta vegetarianos y algún que otro plato de carne para satisfacer a los carnívoros.
Después de semanas a base de arroz y lentejas estofadas, comer una ensalada fresca y crujiente en Katmandú es algo casi trascendental. © Bishwash Poudel/Getty Images
Otro local muy popular para comer ensaladas saludables –todos los ingredientes se lavan con agua purificada– es el Gaia Restaurant, que ocupa un tranquilo patio de Katmandú. Es un lugar excelente para desayunar, con una amplia selección de desayunos (muesli, gachas, tortitas, cruasanes, huevos Benedict) y ricos cafés ecológicos.
Ciudades ‘superfood’: comida urbana saludable
Deliciosa comida italiana
Después de semanas comiendo lentejas, el sabor de los tomates, el pepperoni y la mozzarella es casi una experiencia religiosa. Las mejores pizzas de Katmandú son las de Fire & Ice, un local elegante en una galería de Tridevi Marg. Los ingredientes de sus pizzas son auténticos: las anchoas, el salami y las olivas se importan frescos de Italia, la mozzarella es artesanal y hacen masa de pizza integral.
Ingredientes típicos italianos para una 'pizza' en Katmandú, Nepal © Fire & Ice Pizzeria
Su rival, Roadhouse Cafe, también sirve una recomendable pizza de 30 cm de diámetro, con acompañamientos como buenas ensaladas, ricos aperitivos, brownies y helados; delicias tras semanas de lentejas y arroz.
Los 10 mayores desafíos en las montañas
Restaurantes nepalís de alto nivel
Sería imperdonable marcharse de Nepal reduciendo la gastronomía nepalí al menú de la montaña. Aunque no es tan rica como la cocina india, la cocina nepalí incluye una amplia selección de hierbas y especias del sur de Asia, con ingredientes locales únicos, como la chura (arroz batido) o el sukuti (carne seca a la brasa con sal y chile). Algunos restaurantes nepalíes atraen a los visitantes con espectáculos de música y danza nepalíes en directo y cenas tradicionales en mesas bajas. Bhojan Griha, un restaurante situado en la antigua casa de los sacerdotes reales de Nepal, quizá sea el más destacado, con una carta repleta de sustanciosos platos, y una interesante filosofía anti-plástico (el agua mineral se sirve por vasos, no en botella).
Otra opción más sofisticada es el Krishnarpan Restaurant, en el elegante Dwarika's Hotel, que merece una visita aunque solo sea para admirar la artesanía y los materiales tradicionales nepalíes del hotel. Sus comidas se sirven en elegantes menús que van de seis a 22 platos, y están elaborados con ingredientes ecológicos.
Para los carnívoros
Comerse un buen filete tras una larga ruta es toda una tradición, y K-Too –restaurante socio del veterano Kilroy’s– los sirve gruesos y extravagantes. Cada noche su comedor se llena de excursionistas que celebran el final de su expedición. Con acompañamientos como patatas fritas del grosor de un dedo y momos fritos de manzana, lo mejor es planificar una ruta tranquila al día siguiente para quemarlo todo.
Los filetes en Nepal se sirven sobre una plancha de hierro caliente © Sirin Meesorn/Getty Images
Si lo que apetece es un buen filete a la pimienta hay que ir a Chez Caroline, el restaurante más francés de Katmandú, en un patio del recinto histórico Baber Mahal Revisited, un palacio restaurado de la era Rana al sur del centro. La carta también contiene excelentes ensaladas, quiches y tartaletas, además de una destacada oferta vegetariana.
Nuevas tendencias de viaje: destinos para vegetarianos y veganos
Comida mediterránea
Si tras la dieta vegetariana en las montañas uno se siente más ligero, siempre puede optar por una buena comida a base de humus, falafel y labneh (queso de yogur). Or2k lleva años preparando a los vegetarianos platos de Oriente Medio e Israel. Es un local sencillo e informal, donde se come sobre cojines en el suelo. Los mismos propietarios regentan Friends Restaurant, en el Thamel, con platos similares y un ambiente más elegante.
La comida fresca es lo que receta el doctor tras varias semanas a base de arroz y lentejas © Lucy Lambriex / Getty Images
También se puede disfrutar de buena comida mediterránea en Mezze, un moderno bar-restaurante en una azotea que se eleva por encima de la cacofonía de Durbar Marg. Sirve buenas ensaladas, paninis y bandejas de mezze; si es la primera parada después de una larga ruta habrá que cambiar la camiseta sudada por una camisa para poder entrar.
Buenos restaurantes tailandeses en Thamel
Además de transportar a mochileros de todo el mundo, los vuelos diarios Bangkok-Nepal de Thai Airways transportan un preciado cargamento de hojas de lima, citronela y albahaca tailandesa que garantizan que los curris de Katmandú sean tan potentes como los que se sirven en Bangkok, Ko Pha-Ngan y Chiang Mai. Son varios los restaurantes que compiten por el título del mejor restaurante tailandés de Thamel, pero quizá el más auténtico sea Yin Yang, con muy buena relación calidad-precio y una bonita terraza que se convierte en un refugio del caos callejero.
Los viajeros con menos presupuesto pueden disfrutar de los sabores tailandeses en Baan Thai, un veterano de Durbar Marg. A veces el servicio es criticable, pero las sopas tom yum (agripicante) y tom kha (de coco y finas hierbas) son ideales para despertar al paladar tras una larga ruta por las montañas.
Lo mejor de Chiang Mai, Tailandia, una ciudad tradicional y muy creativa
Elegante comida europea
El gobierno austriaco financió la espléndida restauración de los jardines Kaiser Mahal –hoy conocidos como el Jardín de los Sueños– y durante el proceso crearon un pequeño reducto culinario austriaco, el Kaiser Cafe. Allí se puede saborear con total placidez un trozo de sachertorte o un schnitzel, con la cacofonía de las calles de Katmandú acallada por los muros del jardín. Durante la puesta del sol el ambiente es de lo más romántico; algo difícil en esta frenética ciudad.
El Kaiser Cafe queda escondido en el sereno Garden of Dreams, Katmandú, Nepal © Evgeny Gorodetsky / Shutterstock
Para descubrir otro reducto romántico de la era Rana se puede ir al 1905 Suites, de majestuoso nombre, en la histórica casa de un músico de la corte muy apreciado. Ofrece una carta muy europea, servida bajo un dosel de cristal modernista, y con vistas a un bonito jardín vallado. Es un buen sitio para cenar en pareja, tomando un chardonnay bien frío mientras anochece sobre Katmandú.
Más opciones gastronómicas a tener en cuenta
Los viajeros coreanos son casi tan intrépidos como los japoneses cuando se trata de subir al Himalaya, por lo que no debería sorprender encontrar barbacoas coreanas por las calles de Thamel. Hankook Sarang ofrece el paquete completo: bulgogi (ternera marinada en jugo de pera) a la barbacoa, cocinada en la propia mesa, y sabroso bibimbap (arroz mezclado coreano), preparado al momento en un cuenco de piedra caliente, de modo que el huevo y la salsa de chile dan sabor hasta al último grano de arroz.
'Bulgogi' a la barbacoa, una de las especialidades de Hankook Sarang, Katmandú, Nepal © www.ktmhankooksarang.com
Y si la apetencia por la comida italiana va más allá de las pizzas, La Dolce Vita, en Thamel , ofrece cocina muy auténtica, además de los clásicos manteles a cuadros. Sus ñoquis y sus raviolis son dignos de una mamma italiana. Y de postre, no hay nada como una deliciosa torta de chocolate.