La frontera meridional de Polonia está alineada de un extremo al otro por montañas. Este itinerario es ideal para excursionistas.
Se comienza en Zakopane, centro turístico de montaña de fácil acceso en autobús desde Cracovia. Hay que calcular al menos un día para ver su histórica arquitectura de madera y el Museo del Estilo de Zakopane, y otro (como mínimo) para una caminata por los montes Tatras.
A partir de aquí, el viajero deberá tomar algunas decisiones difíciles. Los montes Pieninos, al este de los Tatras, son preciosos, mientras que el balneario de Szczawnica resulta ideal para hacer caminatas, excursiones en bicicleta o practicar descenso en rafting por el río Dunajec. Tras Szczawnica, la localidad de Nowy Sącz ofrece comodidades urbanas, aunque también se puede optar por Krynica o Muszyna, dos populares balnearios ideales para practicar senderismo.
Un largo trayecto separa Nowy Sącz de Sanok, con un asombroso skansen (museo etnográfico al aire libre) y acceso a la Ruta de los Iconos, de 70 km, salpicada de iglesias de madera.