Conviene ir al monumento más visitado de la ciudad, Notre Dame, a primera hora para evitar las aglomeraciones. Se pueden encontrar más vidrieras hermosas en la cercana Sainte-Chapelle. Hay que comprar un helado en Berthillon antes de visitar las boutiques de la Île St-Louis.
Después, obras maestras del impresionismo en el Musée d’Orsay, compras en St-Germain, un café en la terraza del café literario Les Deux Magots y un descanso en el Jardin du Luxembourg.
Tras curiosear en librerías que abren hasta tarde, como la legendaria Shakespeare & Company, se puede ir a un club de jazz como Café Universel.