Se va en autobús hasta los atrevidos edificios de la fascinante Ciudad de las Artes y las Ciencias. Primero se inspecciona el Palau de les Arts Reina Sofía, luego el Hemisfèric y el Museo las Ciencias Príncipe Felipe. Hay que dedicar un rato a pasear por el complejo, e incluso pasar el día entero allí si se dispone de tiempo. En caso contrario, se puede volver andando al centro por los Jardín del Turia y entrar en L’Eixample para almorzar en La Gallineta.
Después de comer, se cruza hasta el Mercado de Colón para tomar una horchata. Luego se recorren las boutiques de L’Eixample hasta llegar a la estación del Norte, otra maravilla modernista.
Al caer la tarde, se da un paseo por el emblemático barrio del Carmen, en el casco antiguo. Tras mirar qué se cuece en el Centro del Carmen, hay que parar en el Café Museu para sumergirse en el ambiente bohemio del barrio. Para cenar se puede escoger entre unas tapas en El Tap, o cocina de fusión creativa en Refugio. Para terminar, una copa y jazz en Jimmy Glass.