Se comienza el día en la Plaza Mayor, o en sus inmediaciones, con un desayuno de chocolate con churros en la Chocolatería de San Ginés. Ya que se está en el casco antiguo, se puede visitar la plaza de la Villa y la plaza de Oriente.
Se aconseja parar a tomar un café o un vino en el Café de Oriente, visitar el Palacio Real y comer unas tapas en el mercado de San Miguel. Si solo se dispone de tiempo para visitar un museo, ha de ser el Museo del Prado, donde es fácil pasar una tarde entera.
Cenar en el restaurante Sobrino de Botín es una buena manera de pasar la velada. También se puede acudir a un espectáculo de flamenco en Las Tablas y terminar con un cóctel en el Museo Chicote.