Se empieza el día con un café y una tostada en el Madagascar, en la ciudad de Ibiza, después se visitan los puntos de interés de Dalt Vila, como el magnífico Museu d’Art Contemporani, la informativa Madina Yabisa La Cúria y la catedral, gótica, que brinda vistas de la ciudad.
Se va hacia el sur a la Platja de ses Salines para nadar y observar a la gente y se almuerza en el Sa Trinxa. Se debe parar a admirar las cercanas salinas. Se toma rumbo al oeste para ver la puesta de sol sobre el islote de Es Vedrà desde la apartada Torre des Savinar, una torre de vigilancia.
Por la noche, La Paloma, en Sant Llorenç, ofrece exquisita cocina mediterránea contemporánea. Se regresa a la ciudad de Ibiza para ir de copas por el puerto y, los más resistentes, para ir a bailar al Pacha.