La visita parte de la Mezquita-Catedral, sin olvidar subir a la torre ni pasear por el Patio de los Naranjos.
Hay que tomarse una cuña de tortilla en Santos y beber un botellín de cerveza La Mezquita en alguna terraza. Una buena opción para almorzar es El Churrasco. Se puede subir a tomar un té a la terraza del hotel Balcón de Córdoba o entrar en alguna de las teterías de la Judería y perderse por sus calles.
La tarde es para visitar la Sinagoga y los baños califales, relajarse al anochecer en algún ‘hammam’ y cenar comida sefardí en Casa Mazal, para terminar con un cóctel en Horno de San Luis.