La primera mañana se dedica a recorrer los callejones medievales del Barri Gòtic, entrando en la catedral y paseando por la pintoresca Plaça Reial. El Museu d’Història de Barcelona permite descubrir los orígenes romanos de la ciudad. Después, se recomienda pasear por La Rambla.
Por la tarde, se da un paseo hasta La Ribera para descubrir sus tesoros artísticos y arquitectónicos, como la majestuosa Basílica de Santa Maria del Mar y el Museu Picasso.
Antes de cenar, se puede ver un espectáculo en el Palau de la Música Catalana, una de las grandes obras maestras modernistas de Barcelona. Para rematar la noche, algo de funk y soul y un cóctel en el animado Guzzo.