Si algo abunda en el país son las montañas. Los viajeros activos pueden visitar las colinas cerca de Kamnik, escalar los vertiginosos Alpes Julianos y descender hacia el valle del Soča, tierra de aventuras.
En Liubliana hay que preparar el equipo de escalada y los mapas regionales y poner rumbo a Kamnik y los pastos de Velika Planina. Después se vuelve hacia Kranj para dirigirse al norte, a la increíble Radovljica, y pernoctar aquí o en el lago Bled.
Se sale de Bled o del cercano lago Bohinj para adentrarse en el Parque Nacional de Triglav y escalar el monte Triglav. Se sigue al norte hasta la capital del esquí, Kranjska Gora, y el abrumador paso de Vršič (cerrado invierno). La carretera baja al valle del Soča. Siguiendo el río Soča se llega a Bovec, con sus muchas actividades, y a los escenarios de la I Guerra Mundial en los alrededores de Kobarid. Desde aquí hay que dirigirse a Tolmin y llegar a la localidad tranquila de Cerkno, famosa por su carnaval. La ruta 210 es una sinuosa carretera que atraviesa los montes de Škofja Loka, región de montañas escarpadas, y llega a la encantadora localidad de Škofja Loka, antes de volver a Liubliana.