Este compacto recorrido pasa por algunos de los lugares de interés imprescindibles de Sri Lanka.
Se empieza en Colombo, con una visita a los mercados y templos budistas de la ciudad. Después se puede tomar el tren hacia el sur hasta la asombrosa Galle, para evitar las carreteras congestionadas del litoral oeste y las aburridas poblaciones del camino.
De Galle se puede ir un rato a la playa; en el desierto litoral de la región de Tangalla las hay cada vez más preciosas. O enfilar hacia el Parque Nacional de Uda Walawe, en el interior, donde se verán decenas de elefantes y muchos animales más. Se puede tomar la sinuosa carretera que sube hasta el corazón de las tierras altas y quedarse unos días en Ella, una población con un divertido ambiente de viajeros.
Se recomienda realizar uno de los recorridos en tren más bonitos del mundo para apearse en la localidad colonial británica patrimonial de Nuwara Eliya, donde se entrará en el túnel del tiempo. Visítense las plantaciones de té, sin olvidar los templos y jardines de la icónica Kandy, desde donde es fácil regresar a Colombo o ir al aeropuerto.