Esta ruta circular empieza con un viaje en tren de Delhi a Kalka para tomar el ferrocarril de vía estrecha hasta la colonial Shimla. Tras uno o dos días en las cumbres hay que unirse a la peregrinación que va al valle de Kullu, al norte.
Desde la estación de montaña de Manali se emprende un épico viaje de dos días hasta Leh, en Ladakh (jul-sep), caminando hasta espectaculares monasterios budistas y picachos ideales para el senderismo. Se puede continuar de Leh a Kargil y seguir hasta Cachemira (comprobando que el viaje es seguro). Después de alojarse en una casa flotante de Srinagar se pasa por Jammu hasta la elegante Dalhousie para empaparse de cultura budista en la cercana Dharamsala antes de regresar a Delhi.
Con más tiempo, desde Leh se puede ir al sureste hasta el valle de Spiti, donde los antiguos monasterios se integran en el árido paisaje. Luego se va en autobús hasta la escarpada Kinnaur, con sus paisajes vertiginosos, y se para en Dehra Dun y Rishikesh para absorber un poco de cultura hindú antes de terminar en Delhi.