Se madruga para ir a buscar perlas, previa reserva, en las aguas color turquesa de isla Muharraq. Tras el almuerzo, se visita el fuerte de Bahréin, declarado Patrimonio Mundial, y el templo Dilmun de Saar.
Luego, en el circuito de Fórmula 1, se pueden alcanzar velocidades de hasta 300 km/h en un Dragster. O se pasa una tarde más sosegada intentando divisar la criatura confundida históricamente con el unicornio en el Parque y Reserva Natural de Al Areen. A la puesta de sol se culmina el viaje junto al Árbol de la Vida en su momento de mayor encanto.