Hay que tomar un cable car (tranvía tradicional) a Powell-Mason para disfrutar de las colinas. Se baja en North Beach y se va a la Coit Tower para ver innovadores murales y vertiginosas panorámicas. Se bajan las escaleras de Filbert St hasta el Embarcadero y se entra en la oscuridad de la Cúpula Táctil del Exploratorium.
Tras los sabrosos tacos de pescado de Mijita en el Ferry Building, se toma el ferri a Alcatraz, con reserva previa. Aquí los intentos de fuga se castigaban con el aislamiento, y los besos eran censurados en los libros de la biblioteca. Después se va a North Beach para leer gratis en City Lights, icono de la libertad de expresión, y codearse con los espíritus libres de San Francisco en el Beat Museum.
Los presos tenían 20 min para cenar, pero en Cotogna se hace sobremesa después de la mejor pasta de North Beach. Después toca escoger entre los chistes del Cobb’s Comedy Club, o las sátiras de las drag queen del Beach Blanket Babylon. El día al límite se remata con unos pisco sour en el Comstock Saloon.