Hay que escuchar la llamada de lo salvaje y lanzarse a esta épica calzada. Gran parte de la semana se pasa conduciendo (aprox. 30 h), pero lo cierto es que la carretera es el principal atractivo del viaje.
El inicio es Skagway (Alaska), donde comienza la Klondike Hwy. Enseguida se penetra en la tierra sobre la que tanto escribió Jack London. La carretera lleva a Whitehorse, que ofrece arte y panaderías ecológicas, y continúa hasta la excéntrica Dawson City. Hay que quedarse unos días y ver los lugares históricos de la fiebre del oro. Una excursión de un día al Tombstone Territorial Park permite contemplar su grandiosidad.
Se sigue la Top of the World Hwy (Hwy 9), que cruza montañas hasta la frontera con Alaska, y se continúa por EE UU y por la Alaska Hwy hasta Beaver Creek, en el Yukón. La carretera entre este punto y Haines Junction es sublime; va paralela al Kluane National Forest y las montañas St Elias. La espectacular Haines Hwy conduce a Haines (Alaska), punto final del viaje.